"Las revoluciones se producen en los callejones sin salida".

Bertolt Brecht


MILAGRO EN ROMA

Acto seguido, el Papa salió al balcón

y condenó al imperialismo

y como por milagro

los misiles se convirtieron en azadones

y los bancos internacionales

en instituciones de caridad.

En ese momento se terminó la película

y todo volvió a la normalidad.

 

 

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  • Ejemplar #9, mayo de 2005   

     

    Crónicas de mi pueblo

     

    A lomo de mula, Caballeros Andaluces llevan un mensaje de paz

    Luis Fernando Martínez

    Cada año por la misma fecha el 16 de marzo como si fuera la cita para una romería,  acuden puntuales al sitio de partida fijado con anterioridad  más de doscientos cincuenta caballistas provenientes de todas las regiones del país con un objetivo en común; cabalgar por Colombia llevando un mensaje de paz y esperanza.

    Esta vez, el punto de partida fue el municipio cundinamarqués de Usme, recorriendo los viejos caminos ganaderos que otrora sirvieron para abastecer de carne la capital de la República, aventura que tiene como reto para los caballeros andaluces atravesar el encopetado Páramo de Sumapaz para finalmente llegar a Villavicencio, la capital del Meta.

    El recorrido que no es nada fácil para hombres mujeres y niños que hacen parte de los caballeros andaluces se realizó en cuatro días. Tiempo suficiente para que hombre y cabalgadura hicieran un formidable dúo para lograr el cometido de llegar a Villavicencio, sin correr ningún contratiempo, asumiendo el reto de no dejarse vencer por las adversidades de los ásperos caminos de herradura que recorrieron los aguerridos arrieros y llaneros.

    La primera estación se realiza en Une, donde la tranquilidad y paz de sus habitantes se ve interrumpida por el cascabeleo de cientos de herraduras que retumban al paso por las calles empedradas, y en uno que otro balcón se asoman los lugareños con banderas del tricolor nacional en señal de bienvenida.

    Llega la noche y la tarima del parque principal se llena de vida para dar paso a una formidable muestra folclórica que incluye: danzas, banda y grupos musicales y además, nos dictaron cátedra de historia de Une. La creatividad de los maestros y jóvenes de este municipio se pone en escena y nos cuentan cuadro a cuadro, mediante una dramatización, acerca de los hechos y personajes más importantes de esta región.

    Nunca se nos olvidará lo que allí aprendimos, pero sobre todo llevaremos siempre en nuestros corazones la amabilidad, hospitalidad y el recibimiento de sus habitantes, donde fuimos por un día huéspedes de honor.

    Al despuntar el alba comienza la faena, hay que ir a recoger los caballos aperarlos y ya empieza a sentirse el cansancio en algunos animales que requieren ser asistidos por el veterinario para hidratarlos y vitaminizarlos. Salvados estos impases parten de nuevo los cabalistas con la bendición del cura párroco de Une, rumbo a Gutiérrez, recorrido que se realizó  por una destapada carretera donde el verde del paisaje cautivó la retina de los caballistas.

    El caporal mayor, Osmar Arias, a mitad de camino ordena una parada para descansar y anuncia que se encuentran varios caballos infartados, momento que aprovecha el presidente de Cabalgatas por Colombia, Rodrigo Jerez para dar rienda suelta a su repertorio y  sumergirse por los insondables senderos de la imaginación y la palabra:

    “Vine a contar la historia de inéditos arrieros, los que alzaron el futuro de Antioquia en las enjalmas, es un canto andariego de carriel y de mulera escapulario al cuello y de nervios en el alma, arreador de paisajes de sombrero de jipa que conquista al frente y de tiple a la espalda. Y antes de dar la cinco en la iglesia del pueblo, un huracán de cascos despertaba la montaña por caminos de piedra, por trochas y barriales sin respetar abismos ni alturas ni distancias, marchaban los arrieros y marchaban las mulas y marchaba el futuro sin sombras de mi raza”.

    Gutiérrez espera a ritmo de feria la llegada de los caballeros andaluces, y sus moradores se vuelcan a las calles para darles la bienvenida con vítores y aplausos; una que otra furtiva lágrima rodó por las mejillas de los emocionados gutierrences que hacía tiempo no tenían un respiro en su territorio bastante aporreado por la violencia, y la cabalgata reafirma su mensaje de paz.

    La fiesta es hasta el amanecer. Pero el compromiso puede más que la rumba.

    Pese a que ya se vislumbran rostros de agotamiento, hay que madrugar para hacer el recorrido más complicado de la ruta. Gutiérrez a Guayabetal, y se requiere estar bien preparado para atravesar el imponente cañón del Río Blanco, donde no hay cabida a equivocarse puesto que se necesitan pasos firmes, como de mula, para no caer al abismo. Allí, se agudiza el cansancio y las patas cansadas de los animales exigen a los caballistas desmontar de sus cabalgaduras y llevarlas de cabestro.

    El camino de llegada a Guayabetal, es una brava y empinada serpentina que exige el mayor cuidado a los caballistas, luego de 10 horas de estar al lomo de los caballos, por fin se llega al vaho del río Blanco, y allí no se da espera para darle de beber a los extenuados caballos y jinetes que se sostienen en pie por la bravura y temple de su alma. Cae la tarde y con las luces de la luna y los luceros llegan los primeros caballeros a Guayabetal, donde son recibidos como verdaderos héroes de la patria.

    Y hablando de héroes no son solo los que cabalgan, también hay que destacar la invaluable labor que desarrollan los palafreneros, y la batería de mujeres comandadas por “Tuca” una veleña de esas echadas p’a lante, quien se encarga de preparar la comida para más de 300 personas que hacen parte de esta aventura. Son ocho cabalgatas que lleva a cuestas y asegura que “es un orgullo aportar su grano de arena en esta faena,  y lo que más me encanta es la sencillez, el aprecio y gratitud de los caballistas”,  trascendental labor que garantiza la fortaleza y aguante de los caballeros andaluces, que gracias a "Tuca" pueden saborear los más deliciosos bocados de carne oreada, arepa santandereana, tamales, envueltos y otras viandas que son dignas de los más exquisitos paladares.

    Hay que destacar los sentimientos y valores que salen a flor de piel en estos recorridos tales como el compañerismo, solidaridad el amor y respeto por la naturaleza y sobretodo el formidable equipo que se establece entre hombre y cabalgadura.

    El último tramo se cumple sin mayores contratiempos por una carretera pavimentada que conduce de Guayabetal  a la capital del Meta. Villavicencio. Donde entran triunfales los caballeros andaluces a las cuatro de la tarde del 19 de marzo, allí son recibidos con arpa cuatro y bandola para armar un verdadero parrando llanero, acompañado de la típica mamona y una demostración de coleo que dejó entrever la bravura y temple de los llaneros.

    Las manifestaciones de júbilo, de la satisfacción por el deber cumplido y de superar el reto, son las expresiones que resaltan entre los caballistas quienes terminan abrazando, ofreciéndoles agua y panela como premio a  sus fieles y aguerridos caballos. Unos llegaron en buenas condiciones y uno que otro, con patas y manos lesionadas. Por fin llega el momento de desaperar, y de conducir los cansados corceles a las caballerizas para que descansen, mientras llega el momento de emprender un nuevo recorrido para cabalgar por los caminos  Colombia.  

    Para Luis José Gómez, coordinador general de Cabalgatas por Colombia Caballeros Andaluces, ve cumplida su labor puesto que afortunadamente salió todo bien “porque pasamos por zonas y municipios deseosos de paz, fue el instrumento más bonito para demostrar que se puede creer en nuestro país” consultándole sobre cuál será el próximo recorrido nos contó que será una ruta fantástica. Mientras llega la tan esperada fecha, los Caballeros Andaluces se preparan desde ya para asumir con hidalguía el próximo desafío: Manizales – Mariquita pasando por los caminos del café.