Entrevista con el escritor Manuel Rincón acerca de su libro Cuentos y pasiones del cielo
Mario Lamo Jiménez
Cuentos y pasiones del cielo del escritor Manuel Rincón es uno de esos viajes maravillosos que uno soñaba de niño, donde toda la fantasía celestial parecía real y donde todo tenía un significado más allá de lo que uno veía. Ahora, tanto niños como adultos pueden gozar de ese viaje por las constelaciones, el misterio y la mitología, ya que este libro, escrito para niños de 9 a 90 años, una vez que uno lo empieza a leer, es imposible desprenderse de él…
Cuéntanos, Manuel, ¿cómo nació este libro?
Coincidió el momento en que tomaba el taller de cuento de la Universidad Central con la curiosidad de la hija de un amigo que me preguntó por la historia de Escorpión cuando le mostraba la constelación en la bóveda celeste. Me di cuenta que todo el mundo sabe su signo zodiacal, pero poco de la historia de sus estrellas y como terminaron siendo constelación. Así que me dije por qué no hacer una serie de cuentos basados en los personajes de la mitología griega y cómo terminaron en el cosmos.
Entiendo que eres un literato de la astronomía y también un astrónomo literato… ¿cómo nació tu pasión por la astronomía?
El impacto de una noche estrellada en los Llanos Orientales cuando yo estaba muy pequeño. Era un cielo blanco de estrellas y mi padre intentaba descifrar las constelaciones. Luego conseguimos un telescopio y más adelante le escribí a la Nasa cuando las naves Viking amartizaron en 1976. Así que se fueron sumando eventos astronómicos de manera paralela a los avances en la investigación espacial. Incluso llegué a pensar en estudiar Astronomía e hice un semestre de Geología pensando luego en hacer una especialización en Geología planetaria.
Tu viaje por el mundo de las letras ha tenido muchos puertos. ¿Podrías contarnos
un poco de esa magnífica travesía?
Siempre me gustó leer. Los libros para mí eran y son mundos maravillosos, así que gozaba y gozo mucho con la lectura. Luego, estando una época en Europa, participé en un grupo de literatura que dirigía un amigo exiliado donde se leía cuento y se analizaba. Más adelante hice un diploma en formación literaria en la Universidad Católica de Lovaina La Nueva en Bélgica, tomé el Taller de Cuento de la Universidad Central que dirige Isaías Peña y hace unos años hice una Maestría en Creación Literaria en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP). Paralelo a estos estudios, en el 2006 me gané el Concurso Nacional de Cuento - Ciudad de Bogotá, con un libro de cuentos que hoy se puede conseguir con el título de "Una daga en Alexanderplatz".
Puedes hablarnos un poco de los talleres de escritura, ¿de verdad aprende uno a
escribir en un taller o ya tiene que llevar eso en las venas… o ambas cosas a
la vez?
Son ambas cosas más una tercera que es mucha disciplina. Los talleres ayudan mucho. Le ahorran a uno tiempo en el aprendizaje de técnicas literarias que los empíricos hicieron leyendo y leyendo, pero a esto hay que agregarle la pasión por escribir y el trabajar todos los días. Es cuando se trabaja constantemente que aparecen las ideas, las tramas, los personajes, un buen diálogo. Son de verdad muchas variables que se juntan, pero esa unión se da de manera maravillosa cuando el cerebro y la pluma se conectan todos los días gracias a la escritura constante.
¿Nos puedes dar un avance de tu próximo proyecto literario?
Tengo una novela sobre tres mujeres, una tailandesa, una dominicana y una colombiana que por circunstancias diferentes de la vida terminan en prostitución. Entre ellas se da una relación de solidaridad y compañerismo, de ayuda para enfrentar el mundo y seguir luchando, a pesar de estar metidas en prostitución. También estoy trabajando una serie de cuentos sobre el peso del imaginario militar y el imaginario del sueño americanos en la frontera entre Estados Unidos y México.
¿Qué te gustaría decirles a los lectores de La Hojarasca que nos leen desde Australia
hasta Nueva Zelanda, sin olvidar a Macondo?
En esta era de las comunicaciones y redes sociales recientemente puse un twitter hablando del cosmos que decía "Cada cultura con el cielo y sus constelaciones inventa historias que nos maravillan e invitan a soñar" y la verdad es que con "Cuentos y pasiones del cielo" yo trabajé las constelaciones del zodiaco desde los personajes de la mitología griega, que es una visión netamente occidental de la bóveda celeste, pero hay historias maravillosas en otras culturas sobre el cielo que realmente nos hacen vibrar y viajar a mundos inexplorados. Cada cultura, por más pequeña que parezca, tiene una riqueza de mitos que vuelve la capacidad de soñar un espacio infinito de vida.
¿Quieres compartir con nuestros lectores un sabor de tu escritura con
un fragmento de uno de los cuentos?
A varios que han gustado mucho, pero he visto que este de Tauro llamado "La bien amada" gusta mucho. Comienza así:
"A las mujeres nos encanta ser amadas, y el placer gozado a plenitud amplía la claridad de la mente, el brillo de los ojos y la ingravidez del cuerpo. Fui una de aquellas que disfrutó, que se fundió en el otro y en los otros, que sintió el fuego del esperma en el vientre y que se quedó con los aromas bajo la piel. Ya no los extraño, tampoco los olvido, menos el iniciático. El primer amor será siempre el primero, y en las noches frías de invierno me acompaña y cobija. Es fiel protector, me gusta. Sentirnos protegidas, ligeras, libres, nos atrae. ¡Ah, tarea difícil para un hombre entenderlo! Hoy, desde su constelación en el firmamento, mi amor inaugural me cuida con su ojo rojizo. Me llaman Europa"...
¡Mil gracias por compartir!