
Vacuna contra el virus del papiloma humano cobra víctimas en Colombia: Testimonio
Pablo Emilio Obando Acosta
(tomado de esnoticia.co)
Karol Briyith Anama Ortega es una niña de 11 años, estudiante de la institución educativa municipal María Goretti de la ciudad de Pasto, hasta hace dos años su vida era como la de cualquier niña de su edad: alegre, feliz, juguetona y espontánea. En agosto de 2012 su destino se vería afectado por la aplicación en su escuela de una vacuna –VPH- que le dejaría secuelas imborrables para el resto de sus días. Empieza sentir dolores en su brazo izquierdo, inmovilización y parálisis que le impiden continuar sus estudios o tan solo jugar o brindar un abrazo a sus seres queridos. Su madre, ama de casa, desempleada y residente en un barrio estrato 1 mira como la salud de su hija empieza a deteriorarse tras la aplicación de esta vacuna, un calvario que después de 2 años no cesa; sus escasos ahorros familiares desaparecen en su intento de buscar explicaciones para los males de su pequeña hija.
Inicia una serie de averiguaciones en diferentes entidades de salud de Pasto y en todas ellas encuentra respuestas evasivas y distantes, se realizan juntas médicas, remisiones y todo un viacrucis personal y familiar. A Karol se le deben practicar muchas operaciones con el fin de buscar alivio a sus terribles dolores que exigen desplazamientos, alojamiento y mucha paciencia, factores que se agotan y que cada vez son más escasos.
A los dos días de ser vacunada contra el virus del papiloma humano su brazo comienza a perder toda su movilidad y al practicársele los exámenes de rigor se comprueba como su humero ha sido totalmente afectado, es como si hubiese sido “consumido” o devorado por alguna sustancia que repentinamente apareció en su organismo. Para el 30 de junio se le debe practicar una cirugía que le permita una reconstrucción del humero proximal y dentro del plan de un centro médico de la ciudad de Cali se puede leer: “Acortamiento de humero con osteotomía, reducción abierta y fijación interna de no unión de humero, ost. con placa bloqueada de humero vs. Placa de ángulo variable. Curetaje de humero, secuestrectomia, injertos óseos en humero. Requiere además de injertos óseos autologo de sustitutos óseos”. Y en concepto de este mismo centro médico puede leerse un diagnostico que deja a las claras el origen de sus afectaciones: “ADQUIRIDO”, es decir que no estaba en su organismo sino que fue inoculado o introducido de alguna manera.
En muchos países del mundo esta vacuna ha sido duramente cuestionada y firmemente rechazada, tribunales de ética médica se han pronunciado en contra y ya son muchas las afectadas que han tenido que ser indemnizadas por los fabricantes de esta vacuna. En el 2009 se crea en España la Asociación de afectadas por la vacuna del virus del papiloma humano –AAVP-, en Argentina igualmente se organizan para rechazar esta vacuna, en Perú cientos de niñas y madres protestan públicamente y muchos científicos coinciden en que se hace necesario un debate que permita analizar sus incidencias médicas en niñas del mundo entero, Japón y la India la censuran y la excluyen de planes obligatorios. Paradójicamente, en Colombia, se aprueba una ley que obliga a su aplicación en centros educativos a niñas de nueve años en adelante, la meta son tres dosis en tres millones quinientas mil niñas y adolescentes, se invierten más de trescientos millones de dólares para este fin. Políticos, medios de comunicación, entidades prestadoras de salud, gobierno y empresa farmacéutica guardan silencio al respecto impidiendo la expresión de testimonios de las afectadas.
Hoy, triste y dolorosamente, ofrezco a la comunidad pública internacional un testimonio aterrador y dramático que nos permite, una vez más, comprobar los efectos colaterales de una vacuna que se masificó y que tiene al borde de la muerte a muchas niñas de Colombia y del mundo entero. Deseo expresar mi agradecimiento a la señora Jenny Ortega y a su pequeña hija por permitirnos su testimonio que busca frenar este despropósito nacional y mundial. No se trata de atacar a la ciencia ni de favorecer a grupos religiosos, se trata, simplemente, de forzar un debate con academias, científicos, gobiernos y opinión pública.
Mientras tanto no dejemos solas a Karol y Jenny y en medio de su dolor brindémosle un oasis de paz y solaz, puede usted colaborarles mediante un aporte económico en la cuenta bancaria No. 4912 6840 7434 6693 de BBVA, habilitada para este fin y que le facilite sus desplazamientos, alojamiento y adquisición de medicamentos. Igualmente se hace un llamado a profesionales especializados en este tema y brinden su colaboración médica y profesional que nos permita la recuperación de Karol. No esperemos que más niñas padezcan las consecuencias de esta vacuna, aún estamos a tiempo de preservar la salud física y emocional de esas niñas que pueden ser sus hijas o las de sus seres queridos. No quisiéramos pensar que otras niñas y adolescentes sean víctimas de esta vacuna en Colombia, nos unimos al clamor de Julián Parra y el equipo periodístico de Nocturna RCN para solicitar, si es necesario implorar, un análisis serio y sesudo sobre los efectos adversos de la vacuna del virus del papiloma humano. Colombia con Karol y Jenny…
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