Vida y Muerte
del Fantoche Lusitano
Basado en el texto de Peter Weiss: “El Canto del Fantoche Lusitano”. Texto de Enrique Buenaventura, elaborado con el colectivo del TEC.
Prólogo
Coro General: Señoras y señores, buenas noches, buenas noches ya libres de fantoches. Sin embargo esta noche construiremos, con toda la basura que tenemos, el fantoche que aquí por muchos años gobernó con la fuerza y los engaños. Con odio, con terror, con amargura forjaremos su mueca y su figura.
Con chatarra y con viejos desperdicios, recordando sus gustos y sus vicios, le haremos la panza -y de remate- sobre su sabio y respetable mate le pondremos, señores, con honor, este birrete de serio profesor que dejó en sus premuras olvidado un portugués o algún asimilado.
Mírenlo ya, señores, terminado, aunque un poco raído y oxidado.
¿Qué le falta? La medalla y el cordón insignias del poder de este cabrón...
Y una cruz en lo alto enarbolada, que usaba como cruz y como espada.
Allí donde lo ven con su aureola, gobernó cinco siglos en Angola y no sólo aquí, para que vea, gobernó en Mozambique y en Guinea y no sólo en Africa, en el Asia puso también su pie, para desgracia.
Su historia contaremos esta noche, su historia de fantasma y de fantoche.
El Fantoche: Yo grito con la voz del ideal: Abajo el actual materialismo y más abajo aun el vil metal.
Y arriba, arriba el idealismo que es el alma del grande Portugal.
Nos ahoga, nos hunde el egoísmo, nos liquida la falta de moral.
Ya nadie defiende el sacrificio y la panza no más quieren llenar.
Hay que sostener el edificio que el enemigo quiere derrumbar.
Corista 1 del coro 1: ¿Lo oyeron?
Se podría pensar que nos tuvo engañados cinco siglos con esa cháchara vulgar, pero miren el espía, el asesino, el capataz cómo vigilan al que se atreve apenas a dudar.
Corista 1 del coro 2: ¿Y qué es lo que se enseña aquí?
Corista 1 del coro 1: La historia del país.
Corista 1 del coro 2: ¿De cuál país?
Corista 1 del coro 1: De este país donde vivimos.
Corista 1 del coro 2: ¿Cuál?
Aquí no hay más país que Portugal.
A trabajar.
A producir.
Corista 1 del coro 1: Y así, trabajando sin parar no se pueden, por cierto, rebelar.
Corista 1 del coro 2: Es una verdad probada por el hecho de que al aplicarla se obtiene gran provecho.
Corista 1 del coro 1: Lo obtienen ellos, es verdad.
Por eso esta recua de serviles se inclina ante el fantoche, le sirve al capital y con la panza llena eructa civilización occidental.
El Fantoche: La riqueza de una sociedad es la colaboración y la amistad entre el trabajador y el capital, y el lema que todo lo concilia es éste, que es lema sin igual: Dios, Patria y Familia.
Coro 2: Dios, Patria y Familia.
Corista 1 del coro 2: Portugal se confunde con el orbe.
Coro 2: Portugal es pequeño y es enorme.
Corista 2 del coro 1: Y bien, yo quiero ser un negro portugués.
Quiero tener los sagrados derechos del burgués.
Corista 3 del coro 1: Yo quiero escribir y quiero publicar.
Corista 4 del coro 1: Yo quiero ser elegido y elegir...
Corista 5 del coro 1: Yo con el francés, con el inglés y el holandés, con todo el mundo quiero comerciar.
Corista 2 del coro 1: Yo tengo derecho a administrar los asuntos de mi aldea...
El Fantoche: Ummmjúm... Ajá... Solicitudes, luchas legales, exigencias... ¿Un negro portugués? Entiérrenlo en cal viva hasta que se ponga blanco de una vez.
¿Los sagrados derechos del burgués? Derecho me lo ponen contra el muro y por ahí derecho lo fusilan.
¿Tú quieres escribir? Será mejor que nos sirvas de papel: escríbanle en el cuero, con hierro de marcar a los esclavos un discurso florido y chamuscado.
Y al que quiere ser elegido y elegir elíjanlo, pues, para colgarlo.
Y al que quiere comerciar lo comerciamos con una agencia de trabajos forzados... francesa, inglesa, sueca, la que guste... nosotros no tenemos preferencia.
El que ha solicitado gobernar lo que ya está gobernado y ha exigido dirigir lo dirigido, que le pongan la cabeza en lo alto de una lanza a ver si advierte que sólo puede gobernar la muerte.
Corista 1 del coro 1: A las luchas legales se respondió con violencia sanguinaria y entonces, como una llamarada que devoró los campos y las selvas prendió la lucha revolucionaria todavía inexperta y espontánea.
El Fantoche: La barbarie amenaza el mundo.
Los legalistas se vuelven subversivos, los subversivos se vuelven criminales, los criminales ladrones y bandidos.
La propiedad atacan y la Iglesia, la civilización se acaba, nos hundimos.
Los jóvenes aquí son necesarios, que vengan a salvar la tradición y que vengan también los mercenarios a rescatar la civilización...
Estuvimos al borde del abismo pero veo que retorna la obediencia, la civilización y el cristianismo se restablecen. La paciencia, esa santa virtud tan necesaria, regresa mansamente a la conciencia de nuestros siervos. Milenaria, santa estabilidad, bendito orden, que dan tranquilidad a la existencia.
Necesitamos mucha mano de obra, necesitamos mucha servidumbre, pues es dignidad lo que nos sobra y por la tradición y la costumbre debemos ser servidos, pero es claro que al servidor tratamos como hijo, lo cual es por cierto natural siempre que se mantenga en su lugar.
Corista 5 del coro 2: Claro que yo también soy progresista, me gusta que exista la libertad y que el derecho exista...
- Juana, el periódico.
Corista 2 del coro 2: Claro que también yo soy moderna, no me gusta cuando mi sierva se posterna. - Juana, péiname.
Corista 6 del coro 1: A las cinco de la mañana me levanto y estos son los trabajos que realizo: barro el polvo, limpio, friego el piso y el desayuno sirvo mientras tanto.
Lavo los platos, hago los mandados, boto la bacinilla, hago las camas, mantengo los vestidos cepillados, remiendo, pego botones y a las damas peino. Corro a la tienda, compro todo, cocino, pongo la mesa, voy y vengo.
En la bandeja las viandas acomodo...
El pan, sí señora, aquí lo tengo.
¿Qué me falta? Supongo que está todo y si todo está listo plancho ropa.
Corro al mercado de pescado regreso y pongo a hervir la sopa, corto las yerbas en el prado... llega el señor, casi me atraso, recibo el saco, limpio los zapatos, dejo que coma y sin hablar palabra levanto la mesa, lavo los platos, voy al establo, recojo la mierda de la cabra y por la noche, a la luz de la luna saco brillo a la vajilla de plata.
Acomodo las copas una a una, vigilo al perro, doy vuelta a la gata y si el señor por fin está contento manteniéndome, eso sí, en mi puesto, me subo en silencio al aposento, me santiguo, rezo y me acuesto.
Corista 1 del coro 2: Encuentro, Juana, que su alcoba es bella... Si me permite, Juana, la acompaño...
Corista 6 del coro 1: La cama, señor, es muy pequeña...
Corista 1 del coro 2: El amor no repara en el tamaño...
Corista 6 del coro 1: Y en la penumbra de la servidumbre soñaron los señores que eso era lo natural era lo eterno y que todo se hundía en la podredumbre.
El Fantoche: La misión de civilización nace del amor al prójimo, cimiento de la cristianidad.
Por eso, con generosidad sin igual, tendemos un puente fraternal entre el salvajismo y la civilización occidental.
Coro 2: Desde hace cinco siglos protegemos estas provincias de ultramar.
Corista 1 del coro 2: Sin que se pueda eso llamar sistema colonial, pues en verdad no existe el problema racial.
Corista 3 del coro 2: Somos todos iguales ante Dios y es el negro prójimo del blanco.
La diferencia real es un problema de capacidad.
En verdad, en verdad que cuando el negro se logre superar la igualdad será total.
Coro 2: Desde hace cinco siglos protegemos estas provincias de ultramar.
Corista 3 del coro 1: Al ancho río Congo llegó el lusitano Diego Cao de nombre, soldado cristiano.
El mundo que encuentra es bello y pagano.
El rey lo recibe, le tiende la mano. Y Diego se asombra de aquel adelanto, pues también sirvientes y tienen esclavos.
Conocen el hierro, comercian con barcos.
Qué negros son éstos se queda pensando, que parecen gente, que parecen blancos.
Muy pronto al obispo bautiza la corte y el rey le agradece con un buen regalo: Un lote de fuertes y hermosos esclavos. Y allí da comienzo la venta de hermanos.
Entonces el rubio gallardo cruzado camina en redondo con enormes pasos. Un círculo traza en tierra africana y en el medio clava la cruz y la espada.
El rey ha entendido y otorga al cristiano la primera tierra que fuera entregada en Africa al blanco.
Y así la conquista quedaba sellada.
Corista 1 del coro 1: Atrás.
Ni la tierra ni el hombre africano son tuyos. No puedes donar los.
La tierra es de todos, pertenece a los antepasados y el esclavo es un negro, es un hombre, y aunque esté a tu servicio también es hermano.
Esa es la costumbre, la ley de esta tierra y tú, siendo rey, la estás pisoteando.
El Fantoche: Como se ve, muy atrasados los negros estaban.
No conocían la propiedad de la tierra y tenían varias mujeres cada uno, o sea poligamia.
Dura era la tarea de civilizarlos pero no retrocedimos y a coro gritamos:
Por Santiago cerremos sobre ellos.
Corista 1 del coro 1: Y así empezó la guerra, la larga guerra de quinientos años.
Ni un solo día les dimos descanso.
El primer guerrillero fue Angola Kiluanji, hermano de aquel rey vendido, del rey entregado.
Por él, por el héroe, llamamos Angola esta tierra sembrada de muerte, sembrada de espanto.
Corista 4 del coro 2: ¿Quién quiere blanquearse? ¿Y estirarse el pelo? La pasa convierte en fino peinado y en un dos por tres los dejo bien blancos.
Una blanqueada vale solamente dos esclavos.
Corista 1 del coro 1: Duques y condes y marqueses y nobles nombró Diego Cao a aquellos traidores que luego empezaron a cazar negros en la gran sabana y la interminable hilera de esclavos se apiñó en las bodegas de los barcos.
Corista 5 del coro 2: Este es un navío negrero y también un navío de guerra.
Debemos defendernos contra Francia, Holanda e Inglaterra.
Defendemos el catolicismo contra la rapiña sin escrúpulos del mercantil protestantismo.
Defendemos el ideal, el honor y el heroísmo contra metalizados herejes que tienen la conciencia en el bolsillo.
Corista 1 del coro 1: Pero la trata se extiende como una mancha negra y sanguinolenta en el espacio y en el tiempo.
Nacen las compañías capitalistas esclavos para la compañía portuguesa de Guinea, esclavos para la compañía holandesa de las Indias, esclavos para la West Indies Company y para la francesa y esclavos para la Compañía de Jesús... La transnacional de aquella época...
En la historia del mundo jamás hubo un desplazamiento semejante de seres humanos... cazados, atados, vendidos como bestias.
Corista 6 del coro 1: Pero también la trata amontonaba negros de tribus diferentes y a veces de tribus enemigas en la misma sentina maloliente del navío negrero.
Así en la oscuridad de las bodegas encadenados unos a otros aprendieron que el enemigo no estaba entre ellos. Que el enemigo común era el negrero.
Corista 5 del coro 1: Por la tarde antes de la oración los oímos hablar entre ellos.
A las cinco de la mañana dos, que parecían encadenados, se acercaron al centinela y le pidieron fuego para sus pipas.
El centinela los mantuvo a raya con un cuchillo, pero uno de los negros saltó sobre él y lo golpeó con las cadenas, que habían logrado romper durante la noche con una barra de hierro.
Sabe Dios cómo la consiguieron.
Al instante salieron otros como fieras, armados de más barras de hierro.
En el primer momento, ayudados por la sorpresa, matan varios marineros y al contramaestre Martín Hardy.
El capitán que salía de su camarote en paños menores recibe un golpe en la cabeza.
Yo recibí dos, perdí el sentido, me creyeron muerto, pero desperté y corrí al castillo de popa.
En la escalera recibo un golpe en la rodilla que se me pone del tamaño de la cabeza.
Con el señor Rodríguez corro para salvarme, trato de entrar a la bodega, pero el cocinero de a bordo, creyendo que lo atacan los negros tranca la puerta.
Le gritamos que abra, que somos cristianos.
La abre y cuando tratamos de entrar nos manda un golpe con una barra de hierro que esquivamos a duras penas.
En la bodega encontramos armas.
Felizmente estos negros no saben cargar las pistolas porque otros sí saben.
Les han enseñado los holandeses y les han vendido pólvora.
Hasta dónde llega el deseo de volverse rico a cualquier precio.
Disparamos. Caen dos negros.
Otros dos se arrojan al agua, otro, que tomamos prisionero, se ahorca con la cuerda que le amarra las manos.
Deberíamos matarlos a todos pero cuestan dinero:
Un hombre vale ocho barras, una mujer siete, un niño cinco, si pasa de trece años.
El Fantoche: Por todas partes cunde la revuelta de estos bárbaros.
La reina Nizinga nos hace una guerra de treinta años.
Declara que todo esclavo fugitivo que logre llegar a las tierras de Kasanga será libre e inmediatamente quedará enrolado en el ejército de resistencia.
Corista 6 del coro 2: Esta reina Nizinga es el diablo, habla portugués y se hace entender en otras lenguas civilizadas.
Ha aprendido táctica y estrategia y para colmo compra armas y municiones a los renegados.
Corista 6 del coro 1: Los libres pensaron al principio: sólo se llevarán a los esclavos y se contentarán con unos cuantos...
Pero pronto los libres fueron amontonados en los barcos y sus mujeres fueron vendidas con aquellos que habían sido sus esclavos.
Y luego los nobles fueron vendidos en un lote con sus servidores y vasallos.
Y el poeta, el cantor de la corte, fue atado como un perro y echado a la bodega.
Entonces nos unimos creamos la primera alianza de pueblos y de tribus.
Y los Mubundu que hablaban el Kimbundu en las orillas del río Cuanza y los Bakongo que hablan el Kikongo y navegan en piraguas el río Congo.
Y los Dembos y los Songos y los Bangolas y los Bondos pastores de búfalos y cabras avanzamos por bosques y llanuras y arrojamos al mar los invasores, arrasamos sus fuertes y sus casas.
Pero la tribu de los yagas, tribu de traidores entregó a nuestro rey Angola Kiluanji que fue decapitado en Luanda en 1617 jamás olvidaremos esa fecha.
El Fantoche: Y después de estas guerras y cuando ha empapado este suelo lejano la noble sangre de nuestros soldados, por las trochas abiertas por nosotros en la selva entran al Congo los ladrones belgas, se meten por el norte los ingleses, los holandeses invaden nuestras tierras, los franceses descienden desde Argelia, se meten en Cabinda...
Estalla una guerra entre cristianos.
Corista 4 del coro 1: Se pelean a muerte los civilizados por nuestras tierras por nuestras riquezas y por los esclavos.
En Virginia, en las plantaciones de tabaco, en Carolina, en Alabama y en Georgia, en el Mississipi, en Texas, en Lousiana de 4 millones y medio de habitantes 3 y medio, en 1860, son esclavos.
Corista 1 del coro 1: 1885 recuerden esa fecha. Las potencias coloniales se reúnen en torno de la mesa. Van y vienen los sirvientes negros con bandejas llenas de frutos tropicales.
Adornan las paredes las máscaras Bacongo, los trofeos de piratas y negreros, las esculturas de Macondo y en los blancos dedos que firman relampaguean los diamantes de Malanga.
A la mesa hay un convidado de piedra:
Es el fantoche el orgulloso fantoche lusitano.
Un noble entre burgueses, un mendigo con títulos de rico propietario.
Si quiere conservar su imperio y sus sueños de grandeza tendrá que abrir las puertas de sus colonias a los capitales y volverse gendarme de banqueros fantoche policía de los millonarios europeos y del Nuevo Rico Americano.
Corista 3 del coro 1: ¿Cuántos somos en nuestro país?
Coro 1: Cinco millones somos en nuestro país.
Corista 3 del coro 1: ¿Cuántos civilizadores blancos hay en el país?
Coro 1: Hay cien mil civilizadores en nuestro país.
Corista 3 del coro 1: Eso da un civilizador por cada cincuenta sin civilizar.
Hay civilizadores analfabetas, colonos miserables, que sueñan con enriquecerse a costa nuestra.
Y hay civilizadores policías y civilizadores capataces y civilizadores militares y civilizadores curas y civilizadores salvajes.
Fantoche: Y debido a nuestro empeño, con pujanza extraordinaria, sale un continente nuevo de su penumbra milenaria.
Terminado el mal del sueño, liquidada la malaria, desterrada la pereza y la magia estrafalaria, la inversión de capitales llega aquí de todas partes.
Preparamos el terreno, mantenemos la confianza.
Corista 5 del coro 2: ¡Venga invierta aquí sin miedo!
¡Venga llénese la panza!
Traiga el dollar, traiga el marco y la lira y la corona, traiga el peso, traiga el franco, pues aquí garantizamos mano de obra sin descanso, a buen precio, sin protesta.
Sin unión o sindicato.
Dividendos sin problemas.
El progreso en su pureza, sin su turbia consecuencia: el desorden, la vagancia, las protestas o la huelga.
Corista 3 del coro 2: Como espumosas olas que vienen avanzando desde Europa una tras otra, llegamos a estas playas y los ríos remontando nuestra tropa aquí se instala.
Vean la Nueva Lisboa que estamos levantando, nueva patria de los parias.
Nuevo Portugal y nueva Lusitania.
Coristas 1-3-6-9
y 10 del coro 1: De nuestros oficios nos desplazan.
Un carpintero blanco gana ciento diez dólares al año y un carpintero negro sólo alcanza cincuenta y nueve dólares y medio. Un electricista blanco ciento doce y treinta y seis gana uno negro.
Un cocinero blanco ciento diez y seis y sólo diez y siete un cocinero negro.
Los albañiles lusitanos ganan ciento veintisiete dólares al año, y los albañiles negros, por el mismo trabajo no más cincuenta y cuatro.
Corista 3 del coro 2: Angola es cinco veces el tamaño de la Gran Bretaña.
Es el doble de Francia y es catorce veces más grande que la madre patria.
Fantoche: En esta tierra virgen han entrado las ideas revoltosas e incendiarias del sindicalismo desalmado, del anarquismo sin entrañas y del bolcheviquismo organizado.
Corista 1 del coro 2: ¿Así que se conspiran en esta escuela?
Coristas 1-3-6-7-
9-10 del coro 1: Aquí nadie pretende conspirar...
Corista 6 del coro 2: Más de tres negros juntos es seguro que están conspirando, sin chistar los brazos en alto contra el muro y todos bien dispuestos a cantar.
Fantoche: Lloro por un pasado tan glorioso, lloro por un presente tan infame.
¿No habrá un salvador para la nave que naufraga en un mar tan borrascoso?
Corista 1 del coro 2: Las armas y los planes subversivos confiesen, negros, en primer lugar...
Corista 3 del coro 1: Tenemos el permiso conseguido.
Corista 6 del coro 1: La organización es lícita y legal se llama “La Sociedad Cultural de Luanda”. Se ha obtenido licencia del gobierno provincial...
Corista 6 del coro 2: Sociedad cultural... es divertido, de la risa me voy a reventar...
Corista 1 del coro 2: Para mí la cultura es un peligro, cuando yo de cultura siento hablar, con mucha precaución la mano al cinto llevo y me dispongo a disparar...
Corista 6 del coro 2: Era una reunión muy peligrosa, fuimos atacados al entrar.
Corista 1 del coro 2: Se disparó en defensa propia, en defensa de la autoridad.
Corista 6 del coro 2: Publicaban todas estas hojas... Un periódico llamado “El Negro”. Otro “El Mensaje”, se juntaban intelectuales con obreros,
Corista 1 del coro 2: y sin preocuparse ni importarles el orden público charlaban de sindicatos y de ligas...
Corista 6 del coro 2: y de derechos laborales. ¡A la cárcel el negro doctorado! ¡A la cárcel el blanco que traiciona su patria, su color su pasado! Todos a la prisión, a la picota.
Corista 1 del coro 2: Señor, ya la cárcel está llena.
El Fantoche: ¡Pues conviertan en cárcel las escuelas!
Coro 1: Vine a los bosques a cortar madera.
Negro, tumba el árbol, saca la madera.
Pero ya la selva pertenece a otros.
Maldita sea la selva.
Corista 8 del coro 1: Yo vine al llano, traje mi ganado.
Corista 2 del coro 2: Negro, ven acá, cuídame las vacas.
Corista 8 del coro 1: Pero veo que el llano pertenece a otros.
Maldito sea el llano.
Corista 9 del coro 1: En la maraña voy siguiendo al tigre.
Corista 3 del coro 2: Negro ten cuidado, cázalo con maña.
Corista 9 del coro 1: Ay, qué tigre raro manda en la maraña.
Maldita la maraña.
Corista 10 del coro 1: En las ciudades solicito casa.
Corista 4 del coro 2: Negro qué pasa, ven, córtame el prado.
Corista 5 del coro 2: Ven, ponme la mesa y al fondo de la casa tienes una pieza.
Corista 10 del coro 1: Tengo unas monedas, pagaría por cuotas...
Corista 6 del coro 2: Negro ven acá, limpia las botas.
Corista 2 del coro 2: Negro escucha, negro cállate la jeta.
Corista 3 del coro 2: Negro, córrele, negro, carga mi maleta.
Corista 10 del coro 1: Veo que las ciudades ahora tienen dueño.
Malditas las ciudades.
Corista 3 del coro 1: Después de quinientos años de civilizadora misión, de cada cien africanos uno sabe escribir y leer con cierta corrección.
De un millón de muchachos en edad de ir a la escuela noventa mil van a la misión y reciben la luz del catecismo.
Los otros aprenden en la plantación a hacer lo mismo que sus padres.
De doce mil que pasan por la escuela unos cuantos llegan al examen, se asimilan y prosperan.
Un centenar de asimilados va a Portugal, entra a la Universidad y dos, quizá, logran el grado.
Este es el fruto, este es el resultado de la civilizadora misión, de los quinientos años.
Coro 1: Un millón y medio de muchachos, la flor y nata del país, todo un hermoso porvenir de ciudadanos, de futuros ingenieros, poetas, médicos, científicos, capacidades que se desperdician.
Un millón y medio de muchachos, mano de obra barata, ilimitadas fuerzas, semilla del mañana que yace bajo tierra.
Corista 1 del coro 2: Soy un asimilado. Tengo limpio mi pasado, no fui nunca detenido no fui nunca condenado.
Hablo sin acento africano el idioma de la madre patria.
Lo escribo, también, sin deformarlo.
Conozco perfectamente, de memoria, de la madre patria la gloriosa historia.
Y por si poco fuera, he jurado lealtad a su bandera.
Dos blancos notables han firmado que responden por mí como persona.
Certificado médico me han dado y tengo trabajo fijo, sueldo asegurado.
Cumplo con mis deberes de cristiano.
Del portugués he aprendido la sonrisa, los gestos, los modales y he logrado portarme en público como él... y hasta en privado.
De negro tengo sólo el color y así el gobierno me permite votar y al sindicato por él organizado me permite ingresar, pues yo hago parte de los treinta mil asimilados que formamos el uno por ciento de los trabajadores africanos.
Coro 1: Mientras que nosotros que formamos el noventa y nueve por ciento de los trabajadores africanos de Angola, trabajamos desde los diez años sin tregua hasta la muerte que nos llega como promedio a los veinte o a los treinta.
No tenemos derecho a reunirnos ni a votar y mucho menos a organizar un sindicato.
No podemos comportarnos como obreros.
Debemos trabajar donde nos dicen.
No aprendemos a escribir ni a leer.
Son sospechosas nuestras danzas, nuestros cantos, nuestro modo de amar, nuestro modo de comportarnos y de ser.
Sólo ganamos siete dólares al mes.
Fantoche: Ningún negro puede andar por allí suelto.
Si al negro se lo deja libre cae en la molicie, se ahoga en la pereza.
Por eso, según el nuevo reglamento cada negro, hombre, niño o mujer tiene su carnet que acredita su oficio y su trabajo.
Cuando pasa de un lugar a otro se le pone en el carnet un sello que evita la pérdida de tiempo.
Corista 4 del coro 2: ¿Qué están cultivando por aquí?
Coristas 6-3-7-9-
10 del coro 1: Señor, cultivamos maní con esto abrimos la ranura en la planicie seca y dura.
En la ranura con el dedo grande del pie, abrimos un hueco.
Después la cosa es muy sencilla: al hueco echamos la semilla.
Y ahora a esperar la lluvia fresca para que brote y luego crezca.
Corista 4 del coro 2: Pues bien, no vamos a esperar aquí de brazos cruzados el maní.
Quinientos escudos doy por la cosecha.
La cosa es muy simple y está hecha.
Corista 10 del coro 1: Nosotros contamos los escudos, no chistamos, nos quedamos mudos, pues al colono blanco lo respaldan las leyes, los decretos y los guardas.
Corista 4 del coro 2: Ahora, compadre, póngase de pie.
Nos espera el cultivo de café.
Por tres meses el café sembramos.
La cosecha quietos esperamos.
¿Qué esperan, compadres, los escudos?
No chistamos, nos quedamos mudos.
Trescientos no más, dice el decreto y ahora, amigo, no se quede quieto, nos vamos al cultivo de algodón.
¿Cuántos escudos por cabeza son?
Doscientos, no más, dice el decreto y la ley es digna de respeto.
Vengan acá niños y mujeres, manos delicadas, manos leves para recolectar la blanca flor, la delicada flor del algodón.
Esta es mi mujer y estos mis hijos...
Pero si no hay trabajos fijos...
Ya no existe la vagancia de antes.
Nos vamos a las minas de diamantes ellos deben ir para otro lado... a las plantas de harina de pescado...
No olviden el sello, la estampilla... la organización es muy sencilla pero tenga usted mucho cuidado y alegre, jamás desanimado pues cumplimos un plan preciso y serio para gloria y grandeza del imperio.
Fantoche: Pero la mejor organización no es suficiente contra la tradicional vagancia de esta gente.
Hay que atraparlos en los campos hay que cazarlos en sus madrigueras, hay que seguirles el rastro hasta los bosques y las selvas.
Corista 6 del coro 2: ¿Cuánto dinero tienes?
Corista 3 del coro 1: Nada.
Corista 1 del coro 2: Estás en peligro de ser clasificada entre los condenados por vagancia.
Muestra tu carnet.
Corista 3 del coro 1: No me pusieron el sello, pues falté al trabajo algunos días... mi hijo menor estaba enfermo...
Corista 1 del coro 2: Muy bien serás de las primeras en los trabajos de las carreteras.
Coro 1: Nos hicieron caminar a punta de garrote, dormimos bajo el cielo abierto, los niños lloraban de hambre.
Nos dieron un costal de harina de maíz toda mohosa y llena de gusanos y cuando no pudimos más y protestamos nos hicieron caminar a punta de garrote.
Corista 3 del coro 1: Mis dos manos atadas con el garrote fueron golpeadas.
Coro 1: Déle a esa negra con el palo, déle, déle duro con el palo déle.
Corista 3 del coro 1: Pierdo el sentido, caigo al suelo y oigo la voz de ese negrero:
Coro 1: Déle en el suelo con el palo, déle.
Déle duro con el palo, déle.
Corista 3 del coro 2: En el Génesis, primer libro de la Biblia, la tierra fue distribuida entre los hijos de Noé:
El Asia le tocó a Sem, el Africa a Cam y Europa le tocó a Jafet.
Así los hijos de Cam, condenados por siempre a ser esclavos, sólo se pueden redimir por medio del trabajo.
Corista 2 del coro 1: Después de la muerte, sin embargo, ha dicho un sabio, llegarán a un lugar de la tierra donde lo blanco es negro y lo negro es blanco.
Corista 3 del coro 1: Mi hija mayor está en Benguela.
Mis hijos de 15 y 12 años en Mossa-medes, en las fábricas de harina de pescado.
Mi marido en las minas de diamantes de Malanga...
Corista 10 del coro 1: Busco en las plantaciones sin límites, en la neblina espesa y maloliente de las plantas harineras a mi mujer a mis hijos... pero nadie los ha visto.
Corista 6 del coro 2: Tu carnet de trabajo rápido, carajo.
Corista 10 del coro 1: Este es mi carnet.
Corista 1 del coro 2: Estabas en Malanga, por lo visto...
Corista 10 del coro 1: Seis meses en Malanga trabajé...
Busco a mi mujer...
Corista 6 del coro 2: No tienes el sello que comprueba las últimas semanas de trabajo.
Corista 10 del coro 1: No tuve tiempo de hacérmelo poner...
Busco a mis hijos, busco a mi mujer...
Corista 1 del coro 2: Cuánta plata tienes, muestra, a ver...
Corista 10 del coro 1: Lo último que me quedaba se gastó en el viaje: veinte escudos me costó el pasaje...
Corista 1 del coro 2: Andar sin dinero es ilegal.
Corista 10 del coro 1: Busco a mi mujer, busco a mis hijos.
Aquí deben estar y aquí quiero trabajar...
Corista 6 del coro 2: No te puedes quedar.
Corista 1 del coro 2: ¿No sabes, negro, que se te puede condenar a trabajos forzados si no está en orden tu carnet?
Corista 10 del coro 1: Seis meses trabajé en las minas de Malanga.
Corista 6 del coro 2: No tienes residencia fija, no trabajas en ningún lugar y además no sabes distinguir lo legal de lo ilegal.
Corista 1 del coro 2: Necesitas instrucción.
Te conviene, negro, un campo, un buen campo de concentración.
Coro 1: Hombre antílope, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre antílope, los perros del cazador te buscan, corre, corre, corre, corre, corre, corre.
Hombre liebre, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre liebre, te disparan por todo el bosque, salta, salta, salta, salta, salta, salta.
Hombre topo, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre topo, te persiguen, busca tu hueco, dentro, dentro, dentro, dentro, dentro, dentro, métete.
Hombre pájaro, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre, hombre, pájaro, los aviones vuelan sobre el bosque, de rama en rama, en rama, en rama, en rama, en rama, piérdete.
Corista 6 del coro 2
y Fantoche: Mano de hierro, códigos y leyes laborales que sometan al negro, garantías a los grandes capitales, he aquí las bases del imperio.
Corista 4 del coro 2: En Angola la inversión es productiva, el capital se multiplica y acrecienta, se comercia, se exporta, se cultiva. Treinta por ciento al año da la renta.
Fantoche: Diamantes ¡Diamantes!
Coro 1: Para la Anglo American Dimon Company, para el grupo de Oppen-heimer, para Morgan. Para la Guggen-heim, para la Formiere y para Ryan, para la Unión Minera de Katanga.
Fantoche: Diamantes.
Corista 4 del coro 2: Un millón de kilates cada año.
Corista 1 del coro 1: Diamantes.
Veinticuatro mil hombres en las minas, veinticuatro mil hombres enterrados para usted arrancan de las rocas la luz aprisionada por sólo doscientos dólares al año.
Corista 5 del coro 1: Por lo menos el sapo en el pantano atrapa los insectos con la boca, mientras yo, aquí, tiendo la mano: por cari-dad, señores, un centavo.
El pájaro en la rama picotea insectos y gusanos, mientras yo para un escudo debo reunir los cien centavos. La abeja de flor en flor volando chupa la miel, pero un escudo no llena la panza de un cristiano.
Fantoche: Petróleo.
Coro 1: Para la Lobito Fuel Oil Company, para la Petrofina, para la Royal Dutch Shell, para el Burney Bank, para el First National City Bank.
Corista 1 del coro 1: Petróleo. Dos millones de toneladas cada año.
Corista 2 del coro 1: Pequeñas son nuestras chozas y redondas, con barro construidas y con paja.
Enormes son los tanques de petróleo, como soles redondos y brillantes.
En las aldeas miserables y arruinadas el rey petróleo levanta su morada. El oleoducto es el camino real.
Con nuestras manos las chozas construimos y ellos trajeron máquinas enormes para hacer las ciudades del petróleo. Altas torres y brillantes globos que admiran y divierten a los niños.
Fantoche: Hierro.
del coro 1: Para la Compañía Minera de Lobito, para los Krupp, para el Westminster Bank, para los gringos de la Bethlehem Steel.
Corista 1 del coro 1: Hierro. Tres millones de toneladas cada año.
Coro 1: Hierro, cobre, asfalto, manganeso. Cincuenta mil trabajadores en las minas, cincuenta mil hundidos, enterrados cavan en los socavones de Cuina, de Casanga, de Saia, de Quitoba, de Quisaquele, de Tumbi, de Gungungo.
Corista 8 del coro 1: Al amanecer una larga fila abandona las barracas y empuja las hileras de vagones vacíos, al atardecer una larga fila de las cuevas sale y empuja los vagones repletos de pesadas rocas minerales.
Coro 1: Ruedan, ruedan los vagones, fuman las locomotoras escupiendo chispas y bajan veloces a través del bosque, van hacia los puertos.
Fantoche: Café
Coristas 2-3-6
y 8 del coro 1: Para la Compañía Agrícola de Angola, para la Compañía Agrícola de Cazen-go, para la Compañía Angolana de Agricultura y para el Banco que a todas las gobierna: el Rallet Bank y Compañía.
Corista 8 del coro 1: Café, doscientas mil toneladas cada año.
Coro 1: Azúcar, tabaco, café, cáñamo, madera.
Quinientas mil mujeres y niños en las plantaciones, quinientas mil mujeres y niños miserables cogen el algodón, cogen el grano, trenzan, para usted. Las fibras y las hojas en las plantaciones de Benguela, de Bié, de Cuanza, de Cabinda, de Uige, de Mochico, Zaire, Huila, por ciento cincuenta dólares al año.
Corista 8 del coro 1: Vean en los muelles la larga fila de los estibadores, las grúas balanceando sus pesados bultos sobre las abiertas bocas de las bodegas.
Vean en los muelles a los señores dueños de los barcos, pálidos casi siempre, tienen ahora los rostros encendidos mientras verifican sus listas.
Vean las chimeneas oscurecer el cielo, escuchen el rugir de las turbinas y el grito de las sirenas que espanta las gaviotas y los alcatraces soñolientos.
Corista 1 del coro 2: Señor, han estallado huelgas.
Corista 5 del coro 2: ¿Huelgas? ¿Dónde?
Corista 1 del coro 2: En los puertos de Benguela, Luanda y Mossamedes..
Corista 5 del coro 2: ¿Y quién las organiza?
Corista 1 del coro 2: Señor, fantasmas, según confiesan los negros que hemos torturado.
Corista 5 del coro 2: Negro imbécil, negro supersticioso y atrasado, los fantasmas que ves son bolcheviques que llegaron de Rusia disfrazados.
Corista 9 del coro 1: Bloquean los puertos como fieras, llega un nuevo ejército de Portugal.
En los muelles, en las bodegas cazan al trabajador como animal, delito llaman a la huelga y quieren de raíz cortar el mal.
Corista 7 del coro 1: No les alcanzan los soldados y entonces meten tropas negras.
Pero... ¿Qué pasa? Un suboficial negro con sus negros enrolados en el ejército imperial voltea las bocas de las armas contra el blanco empieza a disparar.
La tropa portuguesa se desbanda, han masacrado un oficial, cunden el pánico, la alarma, corre la sangre por el muelle, gotea sobre la plancha de metal del puente del barco acorazado, se mezcla con la sucia agua del mar y no es sangre de negro, se ha cambiado la triste y cotidiana realidad...
Corista 9 del coro 1: 1933 este alumbrar de la conciencia debemos recordar.
Corista 2 del coro 2: Son caníbales, se han comido las vacas en las cercanías de Mossamedes y seguirán con los niños y seguirán con las mujeres...
Corista 3 del coro 2: Señor, se han detenido los ferroviarios de Benguela.
Corista 5 del coro 2: ¿Quién los organiza?
Corista 3 del coro 2: Un demonio que vive en las calderas.
Corista 5 del coro 2: No hay tal demonio, son ideas subversivas de las organizaciones extranjeras.
Corista 5 del coro 2: Negro maldito. ¿No te hemos educado? ¿No te hemos dado un uniforme portugués?
Corista 3 del coro 2: ¿No has defendido la civilización cristiana en las guerras europeas?
Corista 2 del coro 2: ¿No te sacamos de la ignorancia, de la oscuridad, del canibalismo, de la selva?
Corista 5 del coro 2: Te vamos a condenar a que devuelvas todo lo que te dimos.
Fantoche: Comenzamos por la lengua.
Corista 2 del coro 2: Te dimos civilizada lengua caden-ciosa, diferente de tu torpe lengua.
Fantoche: Devuélvela.
Corista 4 del coro 2: Ahora los ojos. Te dimos nuevos ojos para que el mundo vieras de distinta manera.
Fantoche: Que vuelva a la oscuridad y a la ceguera.
Corista 3 del coro 2: Finalmente... ¡La cabeza!
En ella recibiste el agua del bautismo y en lugar de Obatalá, tu abominable dios ancestro te dimos el cuerpo y la sangre de Cristo...
Fantoche: Y ahora veamos lo que piensa, veamos lo que guarda su cabeza.
Corista 1 del coro 1: 1957. Se unen el Movimiento por la Independencia Nacional de Angola y el Movimiento Popular de Liberación de Angola.
Independencia y Revolución, esas dos causas en la lucha se vuelven una sola.
Coristas 10-9-8
del coro 1: En las profundidades de la selva.
Coristas 7-6-5-4-3-2
del coro 1: Y en los arrabales de Luanda y en los socavones de las minas tiembla como la llama de una vela la lucha clandestina.
Corista 6 del coro 1: Orgullosos oficiales portugueses caen en poder de las guerrillas.
Corista 1 del coro 1: A pesar de tu soberbia, tu causa está perdida. Inútilmente mueren tus soldados en las llanuras, en las ciudades y las selvas. ¿Y cuál es la causa que defienden?
Coro 1: Las grandes compañías. La Fuel Oil Company, la Petrofina, el First Natio-nal City Bank, los monopolios de Oppenheimer y de Morgan.
Corista 6 del coro 1: ¿Y qué es Portugal?
Corista 4 del coro 1: Una colonia. No te asustes, no palidezcas de la ira, un pueblo miserable con sueños de grandeza en la barriga.
Corista 3 del coro 1: Desde la conquista los han utilizado como carne de cañón, peones de brega. Vienen aquí como bestias hambrientas a robarnos todo.
En Portugal les niegan trabajo y libertad.
Los amos de las grandes compañías los explotan a ustedes y ustedes nos explotan a nosotros...
Corista 5 del coro 1: Te condenamos a que vivas en la selva.
A que comas la comida de los negros, a que aprendas por qué peleamos.
Corista 9 del coro 1: Y a que veas el triunfo de los esclavos y los siervos, y cómo surge de las ruinas del fantoche.
Corista 7 del coro 1: Una sociedad con hospitales, con escuelas, con universidades, una sociedad nueva construida por el Movimiento Popular de la Liberación de Angola.
Coristas 10-9-8 del coro 1: En las sementeras.
Coristas 7-6-5 del coro 1: En la selva virgen.
Coristas 4-5-2 del coro 1: En las chozas amontonadas.
Coristas 1-10-9 del coro 1: En los arrabales.
Coristas 8-7 del coro 1: En los depósitos.
Coristas 6-5 del coro 1: En las bodegas.
Coristas 4-3-2- del coro 1: En los talleres.
Coristas 1-10-9 del coro 1: En las fábricas.
Coro 1: En estos momentos reunidos en silencio, organizamos el levantamiento.
Corista 8 del coro 1: Mil personas llegan desde Bengo, marchan desde Icolo al distrito de Cateto, piden que suelten a sus jefes presos. Una descarga cerrada les responde, en las calles se amontonan los heridos y los muertos.
Corista 7 del coro 1: Asalta la muchedumbre la prisión y la comisaría de Luanda, estallan los combates callejeros. En el barrio indígena de Luanda Sao Paulo entraron ya en acción tanques y paracaidistas.
Corista 6 del coro 1: Se sublevan las provincias de Guanda y de Luanda.
Coristas 8-9 del coro 1: Van a la huelga los trabajadores de Lobito y Mossamedes y los de las minas de Cuima paran el trabajo.
Corista 1 del coro 1: Oleoductos y vías férreas de Luanda y de Malanga saltan en pedazos.
Coro 1: Febrero y marzo de 1.961, recuerden esos meses, recuerden esas fechas.
La independencia ha comenzado.
Corista 3 del coro 1: A las casas, a nuestras labranzas, a las playas, a nuestros campos.
Coro 1: Volveremos.
Corista 10 del coro 1: A nuestras tierras rojas del café, blancas del algodón, verdes de los minerales.
Coro 1: Volveremos.
Corista 3 del coro 1: A nuestras minas de diamantes, de oro, de cobre, a nuestros pozos de petróleo.
Coro 1: Volveremos.
Corista 10 del coro 1: A nuestros ríos, a nuestros lagos, a las montañas, a los bosques.
Coro 1: Volveremos.
Corista 3 del coro 1: A la frescura del mulemba, a nuestras tradiciones, a los ritmos y las hogueras.
Coro 1: Volveremos.
Corista 10 del coro 1: A la marimba, a los tambores, a nuestro baile.
Coro 1: Volveremos.
Corista 3 del coro 1: A la bella patria angolana, nuestra tierra, nuestra madre.
Coro 1: Volveremos. Volveremos a la Angola liberada. Angola independiente.
Corista 3 del coro 1: Escribimos manifiestos.
Corista 4 del coro 1: Organizamos la protesta.
Corista 10 del coro 1: Exigimos precios justos para los campesinos por las cosechas.
Corista 5 del coro 1: Exigimos alzas de salario.
Corista 1 del coro 1: Las masas oscuras y calladas antes ahora se movilizan, los objetivos son inmediatos y son grandes:
Coro 1: Buscamos en primer lugar la independencia y la unidad del pueblo por encima de castas y de tribus.
Buscamos la soberanía política y la soberanía económica que nos permita liberar las fuerzas creadoras de nuestro pueblo y la utilización de las riquezas del suelo y del subsuelo en beneficio nuestro.
Nadie impedirá la lluvia sobre la larga sequía de nuestros campos porque en los hombres y mujeres africanos hierve el deseo de hacer el esfuerzo supremo.
Fantoche: Nada son capaces de hacer estos salvajes, sus tribus luchan unas contra otras. No tienen cultura, carecen de lenguaje. Cuando se reúnen hablan nuestro idioma. Justa es la política de Portugal, señores, justas son las medidas que el imperio toma, señores oficiales.
Señores suboficiales y soldados, para cumplir esta misión las palabras piedad y compasión serán borradas de nuestro lenguaje, pues combatimos a la más salvaje bestia de toda la creación.
Corista 2 del coro 2: Echan a los propietarios de las plantaciones, saquean los almacenes, están matando, están violando, volvieron a su ancestro de salvajes.
Coristas 7-8-9 del coro 1: Remonto las cataratas, mi risa agita las ramas de los árboles, mi danza hace volar las rocas en pedazos, mi canto acosa al león hasta la muerte, mi soplo apaga la luna.
Corista 1 del coro 1: El occidente entero ha respondido interviniendo y auxiliando con cañones, con tanques y con mercenarios.
Coro 1: Entre ellos hay un compromiso, existe un pacto llamado Pacto del Atlántico.
Corista 4 del coro 1: Millones de marcos, de libras esterlinas, millones de dólares llegaron y compraron delatores y traidores que a los negreros de siempre se han aliado.
Coro 1: Entre ellos hay un compromiso, existe un pacto, llamado Pacto del Atlántico.
Corista 5 del coro 1: Como un volcán que en su entraña ha acumulado los dolores de la trata, los sufrimientos de los vendidos y comprados, el odio a los negreros, el odio a los traidores y a los mercenarios, como un volcán el Africa ha estallado.
Corista 6 del coro 1: En Argelia los franceses se retiran, se independizan treinta y cinco estados. En Ghana, Malí y el Congo Belga el colonialismo es atacado, Zanzíbar libre se une a Tanganika, en Guinea comienza la guerrilla, en Mozambique estalla el movimiento armado y poco después la independencia de Guinea Bisao.
Coro 1: Después de cinco siglos de civilizadora misión, después de cinco siglos de saqueo y explotación, después de cinco siglos de esclavismo, el neoco-lonialismo hizo su aparición.
Corista 2 del coro 2: Desde julio de 1.974 con Silvino Silverio Márquez, ex-gobernador de Angola, y con gente curtida de experiencia, planeamos un golpe de estado a fin de declarar la independencia.
Coro 1: La independencia de los blancos a la manera de Rodesia. Al modo de Suráfrica.
Corista 6 del coro 2: Sí, señores. No estuvimos en vano cinco siglos en esta tierra nuestra.
Coro 2: Café, diamantes, sisal, algodón y mineral de hierro, ébano, roble, petróleo, manganeso, cobre, maní, pescado, cueros, no podían caer en manos de los negros.
Coro 1: Pero el avance de la lucha guerrillera destruyó el complot y fue necesario un cambio de estrategia.
Poner delante asimilados, utilizar negros vendidos, contar con el atraso de las tribus.
Otra vez el fantoche manejado por las viejas potencias coloniales.
Esta vez fantoche negro.
El viejo colonialismo enmascarado.
Corista 6 del coro 1: Nombre.
Corista 2 del coro 2: Rui Monteiro da Silva. Fracasado el complot me refugié en Sudáfrica y de allí fui enviado al F.N.L.A. como experto militar.
Corista 6 del coro 1: Nombre.
Corista 3 del coro 2: Nelson Lima. Fracasado el complot me refugié en el Zaire, fui enviado al F.N.L.A., luego a la UNITA.
Corista 6 del coro 1: Nombre.
Corista 5 del coro 2: Ex-sargento Peter Mcalesse, fui reclutado en Londres. 150 libras esterlinas por semana, peleé bajo las órdenes del Coronel Callan.
Corista 6 del coro 1: ¿Por qué cree usted que los negros del F.L.N.A. y del UNITA reclutan mercenarios blancos?
Corista 5 del coro 2: Porque piensan que peleamos mejor que ellos.
Corista 6 del coro 1: ¿Cómo peleaba Callan?
Corista 5 del coro 2: Mataba campesinos, mataba todo lo que se le ponía por delante.
El mismo ejecutó con su ametralladora a catorce mercenarios porque retrocedieron ante el avance del MPLA y de los soldados cubanos.
No hacía un favor a nadie y por lo tanto no debe esperar favor de nadie.
Se merece lo que le espera pues es una bestia sanguinaria.
Coro 1: Señoras y señores. Juzguen ustedes esta larga historia de 500 años. Miren el cachorro viejo, miren el cadáver oxidado.
Pretendían levantar este trebejo.
Algunos lo querían resucitado.
Intentaban, señores, rellenarlo con el negro vendido, asimilado.
Pero aquí, en Angola, ya ha caído. Lo hemos derribado.
Mírenlo en escoria y basura convertido.
Mírenlo, señores, aqui, ya, para siempre, desarmado.
FIN
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