LA VERDAD DEL 4 DE FEBRERO
Y FACEBOOK
Pascual Serrano/German Leyens
(Tomado de Rebelión)
El 4 de febrero se celebró en todo el mundo una movilización contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los medios destacaron la espontaneidad de la iniciativa, en especial porque estaba originada desde una red social de Internet llamada Facebook surgida para los estudiantes. Diarios como El País insistían en que todo partía de “un ingeniero civil de 33 años reconvertido en informático y afincado en la ciudad colombiana de Barranquilla”. Su ingenuidad la presenta así el diario: “Hasta hace un mes no había tenido más participación en la política de su país que la de ejercer su derecho al voto. Se llama Óscar Morales y nunca pensó que la idea de convocar una manifestación iba a tener una repercusión tan grande. Morales trabaja en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), una institución pública que adoptó la red social de Internet Facebook como herramienta de comunicación entre los estudiantes”. Y el promotor declara así: “Facebook tiene unos 70 millones de asociados en el mundo y sólo dos millones en Colombia. El 4 de enero decidí incluir en Facebook.com la campaña Un millón de voces contra las FARC. Sólo pretendía recoger firmas. Nunca imaginé un éxito semejante”.
Según el diario, y como prueba de espontaneidad, “el primer día se sumaron 1.500 personas a su propuesta. El segundo, 4.000. Y al tercero, Carlos Andrés Santiago, un internauta de Bogotá, le propuso convertir la protesta en una gran manifestación en Colombia. Se dieron de plazo un mes: la manifestación discurriría por las calles colombianas el 4 de febrero. Después comenzaron a llegar cibermensajes procedentes de muchos países”.
La izquierda colombiana, organizaciones de derechos humanos y familiares de retenidos por las FARC criticaron duramente esa movilización a la que calificaron de guerrerista y partidista puesto que negaba una salida dialogada al conflicto, ignoraba los crímenes cometidos por los paramilitares y el ejército y apostaba por una salida exclusivamente armada al gusto del gobierno Uribe, los sectores militares, las empresas de armamento y del gobierno de Estados Unidos.
Por su parte, para los promotores, según recogía El País “ha sido la ciudadanía en pleno quien se ha manifestado. Y esto no va a detenerse aquí. La sociedad colombiana despertó por fin de la indiferencia en que estaba sumida”. Desde Bogotá el diario no cesa de recoger testimonios que insisten en la juventud y espontaneidad de la iniciativa que nación en el portal Facebook: “Los promotores éramos jóvenes pero vino gente de todas las edades. A partir de hoy se inicia un nuevo camino”.
¿Qué es Facebook? ¿quién está detrás de ese proyecto? ¿es tan espontáneo como dicen? ¿obedece sólo a las iniciativas ciudadanas sin ninguna ideología detrás?
Wikipedia lo presenta como un sitio web de redes sociales. Los usuarios pueden participar en una o más redes, en relación con su situación académica, su lugar de trabajo o región geográfica.
El periodista Tom Hodgkinson lo investigó y aportó muchas claves en el diario británico The Guardian el pasado mes de enero [1] . La mayoría de la información siguiente procede de ese trabajo.
Facebook afirma tener 59 millones de usuarios activos, incluyendo 7 millones en el Reino Unido, el tercer cliente por su tamaño de Facebook después de EE.UU. y Canadá. Según Hodgkinson serían 59 millones de ingenuos los cuales han ofrecido su información de la tarjeta de identidad y preferencias de consumo a un negocio estadounidense del que no saben nada. En estos momentos dos millones más se suman cada semana. A este ritmo Facebook tendrá más de 200 millones de usuarios activos en estos días del próximo año.
Entre los grupos de usuarios tenemos ‘Un millón de voces contra las Farc’ (130.000 inscritos), ‘Mil personas que odian a Hugo Chavez’ (1.300 abonados) y ‘Yo también quiero ver muertos a los de las Farc’ (8.200 usuarios), lo que nos da idea de su línea ideológica en lo referente a Colombia.
Según preciso una fuente especializada que pidió el anonimato, se descubrió que Facebook es un arma militar de espionaje y desestabilización, creada por los sectores más extremistas de derecha (los siniestros “neocons” o neoconservadores) para captar información de los usuarios y manipularlos con fines geopolíticos y estratégicos.
Según la fuente, en Facebook participan todos los 16 servicios de inteligencia de los Estados Unidos, comenzando por la CIA, el Pentágono y el Departamento de Defensa. “Todo lo colectan y todo lo guardan. Nada se les escapa: fotos, correos electrónicos, conversaciones, imágenes, música, etc..
Con eso establecen un “perfil” psico-socio-político de cada sujeto y así te mantienen en la mira. Una vez ingresas, ya no te dejan salir; y si lo logras, toda tu información privada queda ahí”.
En la parte de explotación comercial y consumismo, según The Guardian, están comerciantes sin escrúpulos de Silicon Valley, Coca Cola, Microsoft, Blockbuster, Sony Pictures, Verizon y Conde Nast, entre otras más.
“Es un servicio que fomenta el individualismo para mantener un mayor control de la masa. Generalmente hace creer a los imbéciles que ellos son importantes y los lleva a cometer cualquier acto que los verdaderos interesados deseen efectuar sin una participación directa que los implique. Si pongo una buena foto mía con una lista de mis cosas favoritas, puedo construir una representación artificial de quién soy. También estimula una competitividad inquietante en la amistad: parecería que con los amigos la calidad no cuenta y la cantidad es reina”, añade Tom Hodgkinson.
“No se necesita mucho cerebro para formar parte del grupo y siempre te incentivan a reclutar más ‘amigos’. –añade- Vales por el número de ‘amigos’ que reclutes. No en vano son Estados Unidos y Canadá y Reino Unido los países con más suscriptores”, casualmente los que mantienen más tropas ocupando Iraq y Afganistán.
Facebook es un proyecto bien financiado, detrás de él se encuentra un grupo de capitalistas de riesgo de Silicon Valley, con una clara y definida ideología que reflejan en su portal y esperan difundir por el mundo. Como antes PayPal, es un experimento social, una expresión de una clase particular de neoconservador. En Facebook, puedes ser todo lo libre que quieras siempre que no te importe que te bombardeen con anuncios publicitarios de las mayores marcas del mundo. Como en el caso de PayPal, las fronteras nacionales son algo del pasado.
Aunque el proyecto fue concebido inicialmente por la estrella de las portadas en los medios Mark Zuckerberg, la verdadera persona que hay tras Facebook es el capitalista de riesgo y filósofo futurista de Silicon Valley, Peter Thiel. Sólo tres miembros integran el consejo de Facebook, y son Thiel, Zuckerberg y un tercer inversionista llamado Jim Breyer de una firma de capital de riesgo llamada Accel Partners. Thiel invirtió 500.000 dólares en Facebook cuando los estudiantes de Harvard Zuckerberg, Chris Hughes y Dustin Moskowitz fueron a verlo en San Francisco en junio de 2004, poco después de lanzar el sitio. Se dice que Thiel ahora posee un 7% de Facebook, que según la actual valoración de 15.000 millones de dólares, serían más de 1.000 millones.
Thiel es generalmente considerado en Silicon Valley y en la escena del capital de riesgo de EE.UU. como un genio liberal, en el sentido económico del término. Es cofundador y presidente del sistema bancario virtual PayPal, que vendió a EBay por 1.500 millones de dólares, embolsándose personalmente 55 millones. También dirige un fondo de riesgo de 3.000 millones de dólares llamado Clarium Capital Management y un fondo de capital de riesgo llamado Founders Fund. La revista Bloomberg Markets lo llamó recientemente “uno de los gerentes más exitosos de fondos de riesgo del país.” Ha ganado dinero apostando al aumento de los precios del petróleo y prediciendo correctamente que el dólar se debilitaría. Él y sus compañeros de una riqueza insultante de Silican Valley han sido calificados recientemente de “la mafia de Paypal” por la revista Fortune, cuyo periodista también señaló que Thiel tiene un asistente uniformado y un supercoche McLaren de 500.000 dólares.
Pero Thiel es más que un capitalista astuto y avaricioso. Es un filósofo futurista y un activista neoconservador. Graduado en filosofía de Stanford, es coautor en 1998 de un libro llamado “El mito de la diversidad,”, todo un ataque detallado al progresismo y la ideología multiculturalista que dominaba en Stanford. Afirmó que la “multicultura” suponía una disminución de las libertades individuales. Mientras era estudiante en Stanford, Thiel fundó una revista derechista, que sigue existiendo, llamada The Stanford Review. Es también miembro de TheVanguard.Org, un grupo de presión neoconservador que opera en Internet y que fue establecido para atacar a MoveOn.org, un grupo de presión progresista que trabaja en la red. Thiel se califica de “muy liberal”, en la expresión económica del término.
TheVanguard está dirigido por Rod D Martin, un filósofo-capitalista a quien Thiel admira considerablemente.
El siguiente extracto de su sitio en la red dará una idea de su visión del mundo: “TheVanguard.Org es una comunidad en línea de estadounidenses que creen en valores conservadores, el libre mercado y el gobierno limitado como el mejor medio de llevar esperanza y cada vez más oportunidad a todos, especialmente a los más pobres entre nosotros. Su objetivo es promover políticas que rediseñarán a EE.UU. y al globo.” The Vanguard describe sus políticas como “reaganista/thatcherista”. El mensaje de su presidente dice: “Hoy enseñaremos a MoveOn, Hillary y a los medios de izquierda algunas lecciones que nunca se imaginaron.”
Claramente, Facebook es otro experimento supercapitalista: ¿puede ganarse dinero con la amistad? ¿pueden crearse comunidades libres de fronteras nacionales y luego venderles Coca-Cola?
El tercer miembro del consejo de Facebook es Jim Breyer. Es socio de la firma de capital de riesgo Accel Partners, que invirtió 12,7 millones de dólares en Facebook en abril de 2005. Miembro también del consejo de gigantes estadounidenses como Wal-Mart, de reconocida trayectoria de abusos laborales, y Marvel Entertainment. Además fue presidente de la Asociación Nacional de Capital de Riesgo (NVCA). Este es el tipo de gente que provoca muchos de los acontecimientos económicos de Estados Unidos porque invierten en los nuevos jóvenes talentos, los Zuckerberg y gente parecida. La más reciente ampliación de capital de Facebook fue dirigida por una compañía llamada Greylock Venture Capital, que invirtió la suma de 27,5 millones de dólares. Uno de los principales socios de Greylock se llama Cox, otro ex presidente de la NVCA, que también está en el consejo de In-Q-Tel. ¿Qué es In-Q-Tel? Bueno, créanlo o no (y compruebe su sitio en la red), es el ala de capital de riesgo de la CIA. Después del 11-S, la comunidad de los servicios de inteligencia se excitó tanto con las posibilidades de nueva tecnología y de las innovaciones que se estaban realizando en el sector privado, que en 1999 estableció su propio fondo de capital de riesgo, In-Q-Tel, que “identifica a y se asocia con compañías que desarrollan tecnologías de vanguardia para ayudar a entregas esas soluciones a la Agencia Central de Inteligencia y a la Comunidad de Inteligencia (IC) de EE.UU. para impulsar sus misiones”.
El departamento de defensa de EE.UU. y la CIA aman la tecnología porque facilita el espionaje. “Tenemos que encontrar nuevas maneras de disuadir a nuevos adversarios,” dijo el secretario de defensa Donald Rumsfeld en 2003. “Tenemos que dar el salto a la era de la información, que es el fundamento crítico de nuestros esfuerzos de transformación.”, añadió. El primer presidente de In-Q-Tel fue Gilman Louie, quien sirvió en el consejo de la NVCA con Breyer. Otro personaje clave en el equipo de In-Q-Tel es Anita K Jones, ex directora de investigación y diseño de la defensa para el departamento de defensa de EE.UU. y – con Breyer – miembro del consejo de BBN Technologies. Cuando abandonó el departamento de defensa de EE.UU., el senador Chuck Robb le rindió el siguiente homenaje: “Ella juntó las comunidades de la tecnología y de la operación militares para diseñar planes detallados para sustentar la dominación de EE.UU. en el campo de batalla en el próximo siglo.”
Barras y estrellas
Ahora bien, aunque no se acepte la idea de que Facebook sea una especie de extensión del programa imperialista estadounidense cruzado con un instrumento masivo de recolección de información, no hay modo de negar que como negocio, es puro mega-genio. Algunos ingenuos de la red han sugerido que su valoración de 15.000 millones de dólares es excesiva, pero el periodista de The Guardian Tom Hodgkinson la considera demasiado modesta. Según él su potencial de crecimiento es virtualmente ilimitado. “Queremos que todos puedan utilizar Facebook,” dice la voz impersonal de Gran Hermano en el sitio en la Red. Y es el enorme potencial de Facebook lo que condujo a Microsoft a comprar un 1,6% por 240 millones de dólares. Un rumor reciente dice que el inversionista asiático Lee Ka-Shing, de quien se dice que es el noveno hombre más rico del mundo, ha comprado un 0,4% de Facebook por 60 millones de dólares.
De forma que todo esto es lo que hay detrás de la “espontánea” movilización por Internet contra las FARC: dinero y CIA. Lo de siempre.
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