Jaime Lamo Jiménez
Mario Lamo Jiménez
"La próxima vez que camines bajo la lluvia, párate a pensar que algo del agua que cae sobre ti pudo haber fluido en la sangre de los dinosaurios o en las lágrimas de niños que vivieron hace miles de años".
Maude Barlow
Maude Barlow, invitada por Ecofondo, estuvo presente en Bogotá entre el 5 y el 9 de septiembre, participando en el foro del "Agua un bien público", convocado por dicha entidad. Ella es una activista canadiense, quien recibiera el “Premio Nobel Alternativo” para el año 2005, además, es autora de varios libros, entre ellos el aclamado “Blue Gold” (Oro Azul) escrito con Tony Clark, que trata de la privatización del agua a nivel mundial y sus secuelas negativas para la humanidad. Los medios de comunicación colombianos, en su mayoría, ignoraron su importante visita, tal vez porque el mensaje que ella expuso durante sus intervenciones no es conveniente para los que detentan el poder y le están entregando el país a las compañías multinacionales. Maude Barlow enfatizó los siguientes puntos en su presentación que tuviera lugar en el Auditorio de la Universidad Central (antiguo teatro México) el pasado 6 de septiembre:
1- Los créditos que se está ofreciendo a través del Banco Mundial y de los bancos regionales de América, vienen ya con ataduras. Su intención es privatizar los servicios de agua potable para que las multinacionales extranjeras se apoderen de los mismos, incluidas la compañía francesa, Suez, la cual ya fue expulsada de Bolivia por subirles astronómicamente los precios a los consumidores; Aguas de Barcelona, operadora a través de su subsidiaria Aguas de Cartagena -Acuacar- la cual pretende construir un emisario submarino de 5 kilómetros de aguas contaminadas, lo cual destruiría la vida marina del área de la boquilla.
2- La venta de agua embotellada por parte de las compañías transnacionales, tales como Coca-Cola, Procter and Gamble y Pepsi Cola, las cuales con sus residuos desechables de millones de botellas plásticas están empeorando el problema de la contaminación ambiental.
3-El encarecimiento del valor del agua para el consumidor, ya que en manos de dichas compañías multinacionales, el agua deja de convertirse en un derecho y pasa a ser una mercancía como cualquier otra, de la cual se saca una ganancia desproporcionada.
4- La necesidad de declarar que el agua sea un patrimonio común de la humanidad y no un objeto de comercio.
5- El peligro que representa la apropiación por gobiernos extranjeros de las aguas de la región, tal como las del gran Acuífero Guaraní y de las aguas del Canadá.
6- El peligro que corre el agua por causa del Tratado de Libre Comercio (TLC) que aunque no se menciona expresamente en el texto del tratado, aparecerá soterradamente en el mismo.

EN LA FOTO MAUDE BARLOW Y EL SENADOR RAMIRO ESTACIO, DURANTE EL EVENTO DEL 6 DE SEPTIEMBRE CUANDO SE ENTREGARON MÁS DE 40 MIL FIRMAS EN EL SENADO EN CONTRA DE LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA, EVENTO AUSPICIADO POR ECOFONDO Y POR 16 FOROS REGIONALES EN DEFENSA DEL AGUA. (Fotos cortesía de Carolina Lamo)
Viajera incansable, Maude Barlow, ha visitado muchos países, entre ellos varios de América Latina. Allí ha expuesto lo mismo que expuso en Colombia: Las compañías multinacionales, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, están tomando decisiones en los que al pueblo no se le consulta y por las que el pueblo de cada país saldrá finalmente perjudicado.
En Bolivia, donde la subsidiaria de “Suez”, una compañía llamada “Aguas del Illimani” fuera desterrada por las protestas que hubo en su contra y el contrato que tenía a 30 años terminado por el gobierno Boliviano, dicha compañía decidió darse crédito por llevar agua al barrio “Solidaridad”, lo cual no habían hecho, sino que además dicho proyecto había sido financiado con la ayuda personal de Maude Barlow.
En su libro, “Oro Azul”, Maude Barlow denuncia a estas compañías multinacionales, especialmente Vivendi-Veolia y Suez-ONDEO, las dos con sede en Francia, las cuales controlan el 70% del mercado de servicios de agua a nivel mundial. Estas dos compañías operan una en 130 países y la otra en 90, y la primera para el año 2002 ya estaba produciendo 12 mil millones de dólares en ganancias a costa de la sed de la gente más explotada del planeta. Una tercera compañía, RWE-Thames Water, de Alemania completa la tripleta y “las tres están entre las 100 empresas más ricas en el mundo, con un crecimiento anual del 10%”, afirmó Maude Barlow en una entrevista para “La Fogata Digital”.
Sin embargo, Made barlow asegura que la privatización del agua está fracasando. En una entrevista concedida a “Ambientalistas en Acción de Uruguay”, afirmó respecto a la privatización del agua:
“Había grandes esperanzas, porque se creía que las compañías de agua iban a traer nuevas inversiones, pero no sucedió así. Lo que estas compañías trajeron consigo fueron inversores globales interesados en saquear los recursos locales para su propio beneficio, usualmente el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo y los propios gobiernos, que son los que asumen los riesgos cuando son las compañías las que obtienen los mayores beneficios. País tras país, estas empresas cobran altos precios por el agua, que las personas no pueden pagar, los estándares están cayendo, por lo que el agua que ofrecen no es de calidad. El agua de calidad es para la gente rica o para las áreas turísticas. Están compañías están involucradas en actos de corrupción, de chantaje. Sus contratos por lo general son hechos en silencio. De hecho “The Economist”, un periódico conservador de Londres, dijo el mes pasado en un artículo que el “experimento de la privatización” está fracasando en el mundo en desarrollo debido a la presión de los grupos y personas locales que no quieren a estas compañías allí”.
La autora de Oro Azul, libro que ha sido ya traducido a más de 15 idiomas, demostró además durante su viaje a Bogotá ser poseedora de un gran carisma, pues a la vez que comunica un mensaje vital para el futuro del planeta, nos deja ver el ser humano que hay tras dicho mensaje. En cada país que visita deja sembrada una semilla de conciencia para que actuemos y tomemos las riendas de nuestro propio destino antes de que las multinacionales decidan por nosotros y terminen agotando los recursos de la humanidad y en fin de cuentas terminen acabando con la vida misma.
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