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Número 7, Agosto 15 de 2013



Una Villa de Leyva Multicultural:

 

Entrevista de VVV con Ilona Murcia

 

 

 

 

Villa Viva Vive

 

 

“Los villaleyvanos vivimos en el paraíso y a veces perdemos la perspectiva de lo que pasa en las ciudades”.

 

Así empezó la entrevista de VVV, con Ilona Murcia, Secretaria de Cultura del Municipio, y extraordinaria promotora de eventos culturales que le están cambiando la cara a la región. Ilona es una gran entendedora del momento cultural e histórico de Villa de Leyva y lo pone en perspectiva cuando afirma que “uno debería entender que Villa de Leyva es un ejemplo de paz”.

 

Y debemos pensar que es un gran ejemplo, sobre todo, teniendo en cuenta la población flotante que ocasiona el turismo… Ilona nos cuenta al respecto que según el DANE, Villa de Leyva tiene unos 15 mil habitantes, pero según el acueducto, 23 mil, pero además...

 

“Si tomamos la cifra básica de 15 mil, en Cometas, por ejemplo nos llegan 45 mil personas. Eso es multiplicar por tres la población de un sitio… es como si a Nueva York le llegaran 24 millones de personas en un día, eso es mucho y no hay infraestructura que aguante”.

 

Para Ilona, el problema que afronta en estos momentos Villa de Leyva no es simplemente un problema de turismo, sino un problema de infraestructura.

 

“Este es un territorio frágil que hay que entenderlo en términos ecológicos, culturales y sociales. Es un territorio con un delicado equilibrio que recibe una afluencia enorme de gente en un momento determinado. Eso implica que haya una sobrecarga en el agua, en las aguas servidas, en las vías…”

 

¿Y la paz?

 

“En Villa de Leyva tenemos niveles altos de convivencia, se nos triplica la población y solo tenemos 80 policías más… sin embargo, en ocasiones hay gente que viene a hacer en Villa de Leyva cosas que no harían en sus ciudades de origen…”

 

¿Un ejemplo?

 

“Hay un imaginario que tuvimos a finales de la década del 90 y principios de los años 2000. Digamos, festivales como el de cometas, se le entregaron a una emisora juvenil y el mensaje que se lanzó era ‘venga a enloquecerse a Villa de Leyva’… En esos festivales puede haber drogadicción, violencia, cosas que no suceden habitualmente en Villa de Leyva. ¿Cuál es el reto, qué es lo que intentamos hacer en agosto? “, se pregunta Ilona… y su respuesta:

 

“Tenemos que mitigar lo malo y potencializar lo bueno, estamos justamente en ese trabajo. Hay que entender que los cambios son culturales. Hay un tema de control que lo ejerce la Secretaría de Gobierno, que lo está haciendo muy bien a mi juicio y hay un tema cultural.

 

“Volviendo al tema de los festivales, lo que estamos tratando es, por el lado de la Secretaría de Gobierno, establecer unas reglas muy claras de comportamiento ciudadano, se trata de tener control y quien esté infringiendo las normas, obviamente no es bienvenido. Ese es un mensaje, el otro mensaje es ‘Villa de Leyva es la casa de los villaleyvanos, lo invitamos, pero pórtese como un invitado agradable’.

 

Multiculturalismo

 

“Desde el punto de lo cultural, lo que estamos tratando de hacer en Villa de Leyva es que se entienda que somos una sociedad multicultural. La Constitución del 91 dijo, ‘Colombia es multicultural y eso debe ser reconocido’. Es así que todos tenemos derecho a tener nuestras expresiones culturales y nuestro patrimonio. 

 

“El patrimonio siempre ha estado relacionado con la identidad, es todo aquello que expresa nuestra identidad, así lo expresa la ley. Pero entonces, uno se pregunta ¿qué identidad, cuál de todas? Si a la larga somos una mezcla de muchas cosas. Villa de Leyva es el espacio más interesante que tiene Colombia en términos de entender una sociedad multicultural. Por eso, en los eventos tiene que haber un diálogo de las visiones que todos tenemos sobre Villa de Leyva. Villa de Leyva tiene muchas poblaciones y formas de habitar el territorio.  Tiene habitantes que llevan muchísimas generaciones aquí, otros que decidieron venir a vivir y a trabajar por el territorio, otros que vienen los fines de semana y otros que son turistas. Pero estamos todos usando o disfrutando a Villa de Leyva. Esos distintos habitantes del territorio construimos una identidad múltiple.

 

La memoria histórica

 

El trabajo de Ilona, sin embargo, va más allá de los festivales y del turismo, es un trabajo de fondo, por encontrar nuestras raíces históricas y culturales, pero de una manera viva y de acorde con la era:

 

“Cuando uno lee los diagnósticos culturales de Villa de Leyva, que son interesantísimos, el diagnóstico es que se ha perdido el significado de las expresiones culturales, materiales e inmateriales . Obviamente que cuando yo no me identifico con las cosas, yo ya no las conservo. Esto es monumento nacional y tiene que tener un significado para que a la gente le importe. Esto no es un problema de piedras, es un problema de qué me significan a mí o cómo me relaciono yo con esas piedras o con esa canción, o con esa guabina o con cuáles piedras…

 

“Ha habido un cambio en las fuentes del patrimonio. Antes el patrimonio se refería claramente a la historia, por eso nosotros conservábamos el patrimonio a partir de 'por aquí pasó Bolívar'. La conservación del patrimonio llega ahora a la memoria, la memoria entendida como la historia personal o colectiva. Ese era un poco el objetivo del proyecto “Memoria”. Eso fue lo que se comenzó a hacer con el proyecto “Memoria” que se presentó en la celebración de los 441 años de fundación de Villa de Leyva.

 

El cumpleaños 441 de Villa de Leyva y la memoria histórica

 

“Lo que hicimos en el cumpleaños de Villa de Leyva se llama “Celebremos Nuestra Historia”. ¿441 años de la fundación de Villa de Leyva? Sí, y no. ¿Cuántas veces se fundó Villa de Leyva? Se trataba de decirle a la gente que las verdades no son absolutas, que la historia no es absoluta, celebremos nuestra historia, entienda usted dónde está, tenga su propia versión, porque cada uno construye su historia desde su memoria o desde la memoria colectiva de quiénes interactúan con usted. Todo giraba alrededor de celebrar nuestra historia.

 

“Tuvimos un acto académico a cargo de Diego Arango, en el que se hablaba de las múltiples fundaciones de Villa de Leyva. Por eso los niños de Villa de Leyva que trabajaban con nosotros, se preguntaban, ‘¿cuál es mi historia?’ Nosotros tuvimos un proyecto con los jóvenes de noveno a undécimo grado de todos los colegios locales, en el cual participaron muy gentilmente en su tiempo libre 46 niños. El objetivo era que los niños se cuestionaran… '¿Por qué está esa pila ahí? ¿Por qué hay una piedra grabada en el atrio de la iglesia? ¿Por qué Villa de Leyva queda donde queda? ¿Por qué esta casa tiene las características que tiene?'

 

“Porque no es darlo por sabido, es preguntarse, y no preguntarse a uno mismo, por eso les pedimos que hablaran con las personas, que hablaran con su abuelo o con su vecino. Todo esto se resume en una cuestión de construcción de identidad, cuando yo entiendo dónde estoy, puedo saber quién soy.

 

“Hay que entender que todos tenemos derecho a este territorio y que todos tenemos obligaciones con este territorio. Ese era un poco el objetivo, una vez que los niños se preguntaban dónde estaban, había que responder a la necesidad de tener diálogos intergeneracionales.

 

“El diagnóstico cultural de Villa de Leyva dice que hay dos factores  que dificultan la convivencia, la falta de diálogo intergeneracional y la falta de diálogo entre grupos. Hay un diagnóstico que se hace en 2010/11 por medio unas mesas que cita la Secretaría de Cultura de Villa de Leyva. El proyecto busca entonces que haya diálogo con los familiares o los vecinos que pueden tener un origen étnico diferente, un origen diferente, una cultura diferente…

 

¿Qué sigue de aquí en adelante?

 

“Queremos que los niños se apropien de esa historia de manera contemporánea, por eso el proyecto se llama 'Antigua Villa, Nueva Historia'. Se trata de mirar a la antigua Villa con una mirada nueva. Para ellos se genera un proyecto audiovisual por medio de tabletas, vinculando el tema de la memoria a las nuevas tecnologías.

 

"Tuvimos niños haciendo documentales con dos tabletas, algo muy creativo y otros niños lo convirtieron en cuentería y en teatro, recogiendo las leyendas populares, tales como 'por qué no hay que pisar la piedra que está grabada en la iglesia'. La leyenda dice que si usted pasa por la piedra cogido de la mano con su novia, la novia queda embarazada y usted queda soltero.  Los muchachos lo convirtieron en cuentería y lo presentaron en el teatro. Como resultado de esta primera etapa que fue de un mes y una semana, tuvimos 4 audiovisuales. Uno era entrevistas a 4 abuelos sobre la vida cotidiana cuando ellos eran pequeños; otro era sobre la Marichuela y la Quinta de los Virreyes; otro sobre los fantasmas de San Francisco que surgió del diálogo con la bibliotecaria, y otro muy bonito de una niña muy pequeña que a partir de fotos se pregunta por qué está caída la iglesia del templo de San Francisco, un cuestionamiento muy duro a los que estamos a cargo de esto, cómo una niña con una cámara nos dice, oiga, se está cayendo nuestro patrimonio.”

 

Y en verdad, esto resume un tanto el trabajo admirable que está realizando Ilona Murcia desde la Secretaría de Cultura, el no dejar que nuestro patrimonio se caiga ni en las edificaciones ni en la memoria colectiva. Se trata de un proyecto ambicioso y necesario en el que esperamos que siga cosechando muchos éxitos.